El colon y el recto son partes del sistema digestivo, que también se denomina sistema gastrointestinal (GI, por sus siglas en inglés). La primera parte del sistema digestivo procesa los alimentos para obtener energía mientras que la parte final (el colon y el recto) absorbe líquido para formar residuos sólidos (excremento o heces fecales) que luego salen del cuerpo.
Para entender el cáncer colorrectal, resulta útil cierto conocimiento básico de la estructura normal y el funcionamiento del sistema digestivo (vea la ilustración adelante).
Después de masticar y tragar los alimentos, éstos se desplazan a través del esófago hasta el estómago. Ahí, se descomponen parcialmente y pasan al intestino delgado. Se le llama intestino delgado porque es más estrecho que el intestino grueso (colon y recto), pero en realidad el intestino delgado es el segmento más largo del sistema digestivo (alrededor de 20 pies). El intestino delgado continúa digiriendo los alimentos y absorbe la mayoría de los nutrientes.
Este intestino se une al intestino grueso en el abdomen inferior derecho. La mayor parte del intestino grueso está compuesto por el colon, un conducto muscular de aproximadamente 5 pies de longitud que absorbe agua y sal de los alimentos y sirve como área de almacenamiento para la materia de desecho.
El colon consta de cuatro secciones:
El material de desecho que queda después de pasar por el colon se conoce como heces fecales o excremento. Las heces fecales pasan al recto, la parte final del sistema digestivo cuya longitud es de 6 pulgadas, donde se almacenan hasta que pasan fuera del cuerpo a través del ano.
La pared del colon y del recto está compuesta por varias capas. El cáncer colorrectal se origina en la capa más interna y puede crecer a través de algunas o de todas las demás capas. La etapa (extensión de la propagación) de un cáncer colorrectal depende en gran medida de cuán profundo ha crecido hacia estas capas, y ayuda a determinar las opciones de tratamiento y el pronóstico.
Crecimientos anormales en el colon o en el recto
La mayoría de los cánceres colorrectales se desarrollan lentamente durante varios años. Antes de que se origine un cáncer, usualmente se forma un crecimiento de tejido o un tumor que es un pólipo no canceroso en el revestimiento interno del colon o del recto. Un tumor consiste en tejido anormal que puede ser benigno (no canceroso) o maligno (canceroso). Un pólipo es un tumor benigno, no canceroso. Algunos pólipos (no todos) pueden transformarse en cáncer, y la probabilidad de transformarse en cáncer depende de la clase de pólipo:
La displasia es otra clase de afección precancerosa. La displasia es un área en el revestimiento del colon o del recto donde las células lucen anormales (pero no como células cancerosas verdaderas) cuando son observadas con un microscopio. Estás células pueden transformarse en cáncer con el paso del tiempo. Por lo general, la displasia se presenta en las personas que han tenido enfermedades, como la colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn, por muchos años. Ambas enfermedades causan inflamación crónica del colon.
Tipos de cáncer en el colon y el recto
Varios tipos de cáncer pueden comenzar en el colon o el recto.
Adenocarcinomas: más del 95% de los tumores colorrectales son adenocarcinomas. Estos cánceres comienzan en las células que forman glándulas que producen mucosidad para lubricar el interior del colon y del recto. Los médicos casi siempre se refieren a este tipo de cáncer cuando hablan sobre el cáncer colorrectal.
Otros tipos de tumores menos comunes también pueden comenzar en el colon y en el recto. Entre éstos se incluye:
Tumores carcinoides: estos tumores se originan a partir de células especializadas productoras de hormonas del intestino. Se discuten en nuestro documento Gastrointestinal Carcinoid Tumors.
Tumores del estroma gastrointestinal: estos tumores se originan de células especializadas en la pared del colon llamadas células intersticiales de Cajal. Algunos son benignos (no cancerosos), mientras que otros son malignos (cancerosos). Estos tumores pueden ser encontrados en cualquier parte del tracto digestivo, aunque éstos son poco comunes en el colon. Se discuten en nuestro documento Gastrointestinal Stromal Tumors.
Linfomas: estos son cánceres de las células del sistema inmunológico que típicamente se forman en los ganglios linfáticos, pero que también pudieran comenzar en el colon y el recto o en otros órganos. En nuestro documentoLinfoma no Hodgkin se incluye información sobre los linfomas del sistema digestivo.
Sarcomas: estos tumores pueden comenzar en los vasos sanguíneos, así como en el tejido muscular y conectivo de la pared del colon y del recto. Los sarcomas del colon o del recto son poco frecuentes, y se discuten en nuestro documento Sarcomas de tejidos blandos en adultos.
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